Hoy, después de un tiempo de descanso, volvemos a la carga con este delicioso pastel salado, tipo quiche sin base, pero al que opcionalmente podemos añadir una base de masa quebrada o de hojaldre al gusto de cada uno, si queremos darle un poco más de contundencia.
En cualquiera de sus posibles variantes resulta un plato perfecto para llevar a un picnic, ya que tomado frío incluso gana en sensaciones.
Si bien es cierto que con una manta, una botella de vino y buena compañía, las sensaciones están más que aseguradas, y si podemos aprovechar el tiempo primaveral que nos ha deparado este inusual fin de semana, ¡más aún si cabe!
Ingredientes para 6 personas:
Una cebolla blanca.
150 grs. de bacon ahumado.
6 huevos.
500 ml. de nata líquida 35%.
8 ramas de cebollino fresco.
6 hojas de albahaca fresca.
150 grs. de emmental rallado.
2 cucharadas de tomate frito casero.
3 tomates maduros.
Sal.
Pimienta negra molida.
Ajo en polvo.
Albahaca en polvo.
Aove.
Preparación:
1- Cortamos los tomates en rodajas finas y los disponemos sobre una bandeja de horno. Los regamos con un chorro de aove y los condimentamos al gusto con sal, pimienta y ajo y albahaca secos en polvo.
Lo asamos en el horno a 180º en posición aire ventilado, durante media hora aproximadamente, hasta que veamos que están en su punto, asados pero sin pasarse.
2- Mientras tanto, picamos la cebolla en brunoise y la salteamos en una sartén con un chorrín de aove. Cuando transparente incorporamos el bacon, picado también y lo cocinamos junto. Reservamos.
3- En un cuenco amplio, batimos los huevos junto con la nata y el tomate. Añadimos la mezcla anterior de la cebolla y el bacon y también el cebollino y la albahaca picados, así como el emmental rallado.
4- Untamos un molde con mantequilla, y vertemos toda la mezcla anterior. Sobre ella colocamos las rodajas de tomate ya asadas e introducimos en el horno precalentado a 180º con calor superior+inferior.
Horneamos durante media hora hasta que veamos que se infla y coge un bonito color dorado.
5- Sacamos y lo podemos degustar tanto caliente, como frío o templado, dejándolo reposar.
lunes, 25 de enero de 2016
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Tengo una amiga que los los hace sin base. Yo nunca he probado pero casi que hasta me atrevería a decir que me gustarían mas, puesto que la masa quebrada me tiende a quedar blanda. El próximo lo haré así.
ResponderEliminarBss
Quedan más ligeras...ee igual de ricas, o más!!
EliminarHola JL!!. Antes de nada felicitarte el año nuevo, espero que tuvieras unas buenas y felices navidades.
ResponderEliminarCon base o sin base, este tipo de pasteles salados me gustan muchísimo, son muy agradecidos ya que pueden llevar diversidad de ingredientes y amoldarse al gusto personal de cada uno. Siempre quedan ricos, ricos, ricos.
Un besin
Como la pasta, las pizzas...igual de agradecidos!!
EliminarSi me quitas el animal me sirves 2 trozos ;-)))
ResponderEliminarUn saludito
Muy buena idea, lo sabía!!!
EliminarQue bien ver esta entrada, asi me has hecho recodar este plato que estoy mucho tiempo sin hacer
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