Un plato que me encanta preparar como protagonista de una comida de fin de semana.
De esas que empiezan con un aperitivo acompañado de sus vinitos y terminan con unos chupitos, té y pastas.
Entremedio de una cosa y otra, esta tarta salada es siempre una elección más que acertada.
Pero eso si, no debemos equivocarnos y no sacarla con los postres, por si acaso.
Ingredientes:
Masa quebrada (usar la mitad de la cantidad).
Para el relleno:
200 grs. de queso (emmental, mozarella)
250 ml. de nata 35%.
4 huevos.
Nuez moscada.
Una cda. de mostaza de Dijon.
Pimienta negra recién molida.
Para la cobertura:
Cebolla caramelizada al Pedro Ximenez.
Preparación:
Comenzamos con la masa quebrada. La preparamos según la receta, y una vez lista la calentamos en el horno a 180º calor superior e inferior, durante 15 minutos en seco. Esto es con garbanzos por ejemplo, sobre papel de hornear para hacer peso sobre la masa.
Sacamos, retiramos el peso, y seguimes horneando otros 10 minutos, hasta que esté dorada.
En un cuenco batimos los huevos junto con la nata y las especias. Incorporamos los quesos rallados y vertemos la mezcla sobre la masa.
Volvemos al horno y lo mantenemos a 180º unos 30 minutos, hasta que la superficie esté dorada.
Sacamos y cubrimos la superficie con la cebolla caramelizada al Pedro Ximenez.
La tarta se puede comer indistintamente caliente o fría. O templada. ;)
miércoles, 18 de enero de 2017
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Una deliciosa tarta, sin duda.
ResponderEliminarPues seguro que me encanta porque el queso me pierde jajaja. Un besazo.
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