Uno de ellos es el bacalao con pimientos y salsa de tomate.
Siempre que lo encuentro en alguna carta no me queda mas remedio que decantarme por él, y de vez en cuando me atrevo a hacerlo en casa. Muy sencillo de preparar y con un resultado muy agradable, con unos ingredientes muy básicos.
Ingredientes para dos personas:
2 lomos de bacalao grandes (o 4 si son trozos pequeños).
2 pimientos rojos.
Aove.
Sal.
Salsa de tomate. Receta
2 huevos.
Harina.
El día anterior ponemos el bacalao a desalar en agua, entre 12/24 horas antes del cocinado, y le iremos cambiando, el agua al menos 4 veces.
Preparamos la salsa de tomate. La reservamos en una cazuela ancha y baja.
Preparamos los pimientos rojos. Para ello los colocamos sobre una bandeja de horno con un chorro de Aove y una pizca de sal.
Los asamos a 180º con calor superior + inferior hasta que veamos que la piel se pone oscura y se separa con facilidad de la carne. Iremos girándolos para que se asen por igual.
Cuando estén, los sacamos, dejamos que se enfríen y retiramos la piel.
Los cortamos en tiras gruesas y las añadimos a la salsa de tomate.
Lo calentamos todo junto a fuego suave y mientras preparamos el bacalao.
Quitamos las espinas que podamos ver a simple vista y pasamos los lomos por harina y huevo batido.
Los freímos en abundante aceite por ambos lados, simplemente que se doren.
Incorporamos el bacalao a la cazuela con el tomate y los pimientos, lo dejamos cocer todo junto a fuego suave de 10 a 15 minutos.
Lo dejamos reposar y servimos para comer caliente.
Un complemento (toque personal), que le puede ir muy bien serían unos ajos confitados.
Para ello calentamos en una sarten un poco de aceite y/o mantequilla. Confitamos los ajos pelados e incluso una guindilla cayena (o peperoncino), a fuego suave durante unos 20 o 30 minutos. Esto lo añadiríamos a la cazuela.