Hoy haremos los honores a un magnífico ejemplar de cachón, llamado así en Cantabria y sepia en otros lugares de la geografía española.
La forma más típica de degustarlo es en su tinta, una receta básica, clásica y a la que pocas personas hacen ascos acompañado de un arroz blanco e irremediablemente, con el toque picante-sabrosón que acompaña y da alegría siempre que tengo la ocasión, a este tipo de platos marinos. Honor que le corresponde a la ajonesa-falso alioli.
Ingredientes para 4 raciones:
Un cachón de 1,5/2 kilos.
Una cebolla grande.
Un pimiento verde grande.
3 dientes de ajo.
5 cucharadas de tomate frito casero.
Pimentón al gusto.
Un vaso de vino blanco.
Mayonesa+un diente de ajo.
250 grs. de arroz.
Preparación:
Picamos la cebolla, el pimiento y el ajo en brunoise y lo rehogamos todo junto en una cazuela con un buen chorro de aove.
Añadimos a continuación el cachón, ya limpio y cortado en cuadrados de 2x2 cm aproximadamente.
Incorporamos el pimentón y la salsa de tomate, mezclamos y seguidamente la tinta del cachón y el vaso de vino blanco.
El vino blanco preferiblemente que sea un buen albariño, sin remordimientos.
Cuanto mejores sean los ingredientes mejor será el resultado. Carpe diem.
Cocinamos todo junto, hirviendo hasta que el cachón esté tierno y en su punto. Reservamos.
Dejamos reposar y cocemos el arroz en agua con sal y un diente de ajo pelado. Este ajo, cocido, será la guinda que del pastel.
Una vez cocido servimos el arroz acompañado del cachón en su tinta, lo mezlamos muy bien y rematamos con una cucharada de ajonesa, realizada con mayonesa y un diente de ajo pelado.
Todo ello, acompañado del resto del albariño, hará las delicias de cualquier amante del arroz, de los cefalópodos y sobre todo...de los ajos....
¡Pasen y degusten!
domingo, 10 de marzo de 2019
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